Debo empezar diciendo que he esperado 2 semanas a escribir estas notas. Como siempre hago, estas dos últimas semanas he hablado con muchos directivos, compañeras de trabajo y con algunos clientes.
Existe una grandísima coincidencia en el sentimiento general de que “las vacaciones han ido bien. ¡Muy bien!”
Posiblemente, la fatiga pandémica ha causado un cierto hartazgo de la situación, un estrés muy prolongado por el trabajo y por la incertidumbre, etc. Con total seguridad, este período de descanso (los que hemos podido realizarlo) era deseado y esperado con más ganas que nunca.
Tengo la enorme suerte de tener un trabajo y una vida profesional que me encanta. En general, hago lo que me gusta, tengo unas relaciones profesionales muy enriquecedoras y todos los días aprendo algo nuevo.
Por tanto, tenía muchas ganas de volver para reencontrarme con mis compañeras, con los Clientes, y con todas las personas de nuestro entorno.
También me hace una ilusión especial empezar a trabajar en el “nuevo entorno”. Llevamos meses definiendo lo que el mundo ha cambiado, las nuevas formas de tomar decisiones, el nuevo estilo de liderazgo, etc.
Ya está! Ahora, ya estamos en el escenario y hay que actuar. Ya no podemos leer más artículos sobre el “teletrabajo, liderazgo efectivo…”. Debemos decidir qué haremos este lunes. Sin más. Aceptar que vamos a equivocarnos y que lo que decidamos no será para siempre.
Debemos actuar ya con las nuevas reglas, con el nuevo entorno, con una nueva incertidumbre, con la nueva competencia o en la nueva cooperación.
Los Comités Ejecutivos deben presentar ya la nueva estrategia, sin más dilación. Los Consejos están esperando al CEO, tomando información sobre lo que está pasando en otras latitudes y sectores.
Sí! Muchas ganas y mucha ilusión.
Aunque, al mismo tiempo, debo confesarlo. Me apetecía poco la vuelta. Me da un cierto miedo el regreso a esas viejas formas, al estrés continuo, a la presión desmesurada, a los horarios inacabables, a las agendas “zoom-izadas” o “teams-izadas”, con reuniones continuadas, en ocasiones sin un rumbo fijo y sin descansos…..
En definitiva: “muchas ganas de veros”, de hablar con vosotr@s, de aprender de tod@s y de actuar en el nuevo escenario, construido entre todos. “Pocas ganas de regresar” a lo que dejamos antes del descanso. Con la esperanza de que hayamos aprendido la lección y hayamos sacado el mejor de los aprendizajes…
¿Cuándo volvemos de vacaciones?